Crear y agregar KPI inteligentes para medir el rendimiento del negocio hace que los resultados sean más progresivos y precisos.
En un mundo en el que los datos representan una importante ventaja competitiva para las empresas, recopilar y rastrear datos no es suficiente. Para asegurarse de que está creciendo y aprovechando al máximo sus esfuerzos basados en datos, debe implementar objetivos mensurables que le permitan evaluar sus esfuerzos estratégicos de manera eficiente. Para entrar en contexto y resumiendo un poco este primer párrafo, SIN OBJETIVOS, SUS KPIS NO VALEN NADA. Brand Solution te muestra una guía que cubrirá varios aspectos relevantes para ejecutarlo en tus futuros proyectos.
Dicho esto, las empresas utilizan diversos métodos y herramientas para gestionar sus datos y optimizar su rendimiento. Uno de los más potentes son los indicadores clave de rendimiento (KPI). Los KPI son un tipo de medición que ayuda a las organizaciones a evaluar su éxito en diferentes actividades y áreas. Teniendo esto en cuenta, la implementación de objetivos y metas de KPI resulta ser una práctica muy exitosa.
Como ya se ha mencionado, el seguimiento estratégico de los KPI es fundamental para cualquier empresa que quiera tener éxito gracias a los datos. Para ello, la evaluación comparativa de los objetivos y metas de los KPI es el camino a seguir, y conlleva una gran cantidad de beneficios que impulsan el negocio. Echemos un vistazo a ellos ahora.
Una vez que se tienen algunos objetivos, es necesario crear metas que los respalden. Para ello, hacemos referencia al marco de objetivos SMART, en el que una meta es:
Ahora que conoces el valor de definir objetivos KPI, quizás te preguntes cómo implementar los correctos. Uno de los mayores errores que cometen las empresas al tratar con indicadores clave de desempeño es pensar que funcionan por sí solos. Por el contrario, los datos no hablan por sí solos y es necesario darle un sentido y contexto a la información disponible.
Ya hemos mencionado que los objetivos y las metas no son lo mismo. Los primeros sirven para lograr un resultado mayor, como aumentar los ingresos, mientras que los segundos representan los medios para lograr ese objetivo general, como una campaña de marketing para un producto específico que puede generar más ingresos a largo plazo. Ahora bien, una vez que hayas definido tus objetivos generales, es hora de definir tus objetivos de KPI. Para ayudarte con esta tarea, aquí enumeramos algunos pasos fundamentales para establecerlos.
El primer paso, sin duda el más importante, es empezar a definir los indicadores clave de rendimiento que vas a seguir. Como mencionamos, no todo lo se mide necesita una medición a profundidad. Por lo tanto, hay algunos pasos que debes seguir para evitar distraer tu análisis con demasiados KPI.
Ahora que ha seleccionado sus indicadores principales en función de dos estándares de KPI populares, es hora de comenzar a construir la base para sus objetivos. Como regla general, el proceso de establecerlos debe basarse en el desempeño de su propio negocio. No puede esperar un aumento del 20% en los ingresos sin analizar qué tan alcanzable es para su negocio. Para este propósito, puede apoyarse en herramientas profesionales de análisis de datos en línea para explorar y analizar en profundidad sus datos de rendimiento. De esta manera, podrá pintar un panorama claro y generar objetivos realistas y alcanzables.
Si bien el desempeño interno es la base para establecer objetivos precisos y alcanzables, también es útil considerar algunos puntos de referencia de la industria. Esto se hace observando a los competidores y comparándolos con el desempeño de su organización en diferentes áreas.
Al hacer este ejercicio, puede identificar los puntos fuertes y débiles de sus estrategias y complementar esta información para establecer sus objetivos. Además, puede analizar las tendencias futuras con la ayuda de una herramienta de análisis de investigación de mercado y encontrar información más detallada sobre los puntos de referencia de su industria.
En este punto, ya ha seleccionado los KPI que desea medir, ha evaluado su desempeño y lo ha comparado con el de sus competidores. Ahora es momento de comenzar a tomar algunas decisiones. Como se mencionó párrafos anteriores, los objetivos de los KPI son objetivos a largo plazo y las metas son los medios para alcanzarlos. Por ejemplo, un objetivo puede tener una duración de cinco años, lo que significa que necesita varios objetivos menores para medir el progreso hacia ese objetivo.
A estas alturas, ya deberías haber definido una lista de objetivos para tus KPI que funcionarán en las distintas áreas y departamentos de tu empresa. Ahora bien, este es un proceso tedioso y, a veces, la ambición puede sacar lo mejor de nosotros. Para evitar que esto suceda y asegurarte de que estás trabajando con objetivos de KPI alcanzables, es importante reevaluar todo antes de ponerte a trabajar.
Puedes plantearte las preguntas importantes: ¿tengo el dinero y la capacidad para implementar esta estrategia? Esto significa que, si tienes suficiente presupuesto y recursos humanos para desarrollarla, no querrás sobrecargar a tus empleados o descubrir a mitad de camino que no hay suficiente presupuesto para cubrir los planes originales. Otra forma de hacerlo es hablar con tus equipos y recibir sus comentarios sobre la realidad de estos objetivos. Una vez que esto esté resuelto, puedes empezar a poner en práctica tus estrategias.
No hay dos empresas exactamente iguales, lo que significa que cada una tendrá su propia combinación única de KPI para medir y monitorear si están en el camino correcto hacia el logro de sus objetivos. Sin embargo, hay algunos que son específicos de las empresas. Aquí te muestro algunos ejemplos:
Además de establecer metas y objetivos, también deberá anotar el período de presentación de informes para cada paso y a quién se le informará. Recuerde que, a menos que tenga un equipo muy pequeño, no todos necesitarán conocer todos los KPI, así que trate de asegurarse de que cada informe sea relevante y significativo.
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